Carmen Laforet

Con motivo del 19 de octubre, día de las escritoras, en el que se reconoce su esfuerzo y su talento, a veces olvidado en pos de destacar solo a los hombres, se me ha asignado como tarea de TIC escribir una entrada sobre alguna de ellas. Este año la comisaria es Elvira Lindo, la escritora de los muy famosos libros humorísticos infantiles "Manolito Gafotas", además de otras obras adultas tales como "El otro barrio" y "Una palabra tuya".La BNE proponía la lectura de alguna autora y yo he escogido a Carmen Laforet, famosa novelista cuya obra más destacada es "Nada".




Inmediatamente tuve una percepción nebulosa, pero tan vivida y fresca como si me la trajera el olor de una fruta recién cogida, de lo que era Barcelona en mi recuerdo: este ruido de los primeros tranvías, cuando tía Angustias cruzaba ante mi camita improvisada para cerrar las persianas que dejaban pasar ya demasiada luz. O por las noches, cuando el calor no me dejaba dormir y el traqueteo subía la cuesta de la calle de Aribau, mientras la brisa traía olor a las ramas de los plátanos, verdes y polvorientos, bajo el balcón abierto. Barcelona era también unas aceras anchas, húmedas de riego, y mucha gente bebiendo refrescos en un café... Todo lo demás, las grandes tiendas iluminadas, los autos, el bullicio, y hasta el mismo paseo del día anterior desde la estación, que yo añadía a mi idea de la ciudad, era algo pálido y falso, construido artificialmente como lo que demasiado trabajado y manoseado pierde su frescura original.

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Me juré que no mezclaría aquellos dos mundos que se empezaban a destacar tan claramente en mi vida: el de mis amistades de estudiante con su fácil cordialidad y el sucio y poco acogedor de mi casa. Mi deseo de hablar de la música de Román, de la rojiza cabellera de Gloria, de mi pueril abuela vagando por la noche como un fantasma, me pareció idiota. Aparte del encanto de vestir todo esto con hipótesis fantásticas en largas conversaciones, sólo quedaba la realidad miserable que me había atormentado a mi llegada y que sería la que Ena podría ver, si llegaba yo a presentarle a Román.

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Me compensaba el trabajo que me podía llegar a costar poder ir limpia a la universidad, y sobre todo parecerlo junto al aspecto confortable de mis compañeros. Aquella tristeza de rocoser mis guantes, de lavar mis blusas en el agua turbia y helada del lavadero de la galería con el mismo trozo de jabón que Antonia empleaba para  fregar sus cacerolas  y que por las mañanas raspaba mi cuerpo bajo la ducha fría.

Fragmentos de Nada, Carmen Laforet, 1945


Carmen Laforet (1921 - 2004) ganadora del premio Nadal en 1945 por su novela Nada y del premio Fastenrath, nació en Barcelona en 1921. Pronto marcha con su familia a Canarias, debido al trabajo de su padre, arquitecto y profesor de la Escuela de Peritaje Industrial. Al acabar la Guerra Civil, con 18 años, regresa a Barcelona para estudiar Filosofía y Letras, pero su desencanto le hace abandonar la carrera para empezar a estudiar Derecho, de la cual también termina saliendo.

Con 21 años marcha a Madrid, donde conocerá al que será su marido, Manuel Cerezales, quién pese a en un primer momento animarla a desarrollar su talento por la escritura, acabaría poniendo trabas a su esposa. Cerezales, celoso de su intimidad, le obliga a firmar ante notario un documento en el que exigue que no escriba nada sobre sus 24 años de vida contugal. Esto, unido su miedo a escribir nuevas obras y a su nefasta relación con la fama, provocó que, hoy en día no podamos disfrutar de tantas obras de esta autora como su gran talento podría habernos regalado. 

Con 23 años escribe y publica su obra más famosa y reconocida, "Nada". En esta novela de corte existencialista, se narra la experiencia de Andrea, una chica de provincias que llega a la gran ciudad de Barcelona a estudiar y se aloja en casa de unos familiares. Allí, comenzará una vida angustiosa, debido a la opresión que ejercen sus familiares sobre ella, especialmente su tía Angustias, y a la mala relación existente entre sus tíos Juan, Ramón y Gloria, la mujer de Juan, víctima de los malos tratos de este.

A pesar de ser una autora desconocida, contra todo pronóstico, en 1945 le conceden el Premio Nadal, durante la primera edición de este certamen. Carmen siempre aseguró que su novela no tenía carácter autobiográfico; pero sus familiares, al verse reflejados en estos personajes tan degradantes, la emprendieron contra ella. A todo esto hay que sumarle el poco agrado que sentía por la fama y su relación, siempre arisca, con la prensa, evitando en todo lo posible preguntas y conferencias.

Fundamental en su vida y en su obra fue también su relación con la tenista Elia María Gónzalez-Álvarez, más conocida como Lilí Álvarez. Se habían conocido en julio de 1951, convirtiéndose casi al instante en amigas. Esta amistad fue tomando otros rumbos más románticos. De esto deja constancia su correspondencia por carta datada entre 1951 y 1958, donde podemos leer a Laforet: "antes pensaba que esta conexión espiritual se debería tener solo con el marido. Ahora estoy totalmente segura de que ningún hombre la merece, ni la quiere, ni sabe qué hacer con ella". Vinculada a esta relación encontramos la novela Una Mujer Nueva (1955), precursora de la literatura feminista en plena represión franquista.

A pesar de los pocos datos que tenemos de esta escritora, es innegable su fundamental papel en la literatura española de postguerra. Nadie ha retratado con mayor maestría el ambiente gris y opresivo de Barcelona y, en general, de toda España en los años posteriores a la Guerra Civil como Carmen Laforet en "Nada". Su tan misteriosa vida nos cuenta la historia de una mujer que huyó de la éltie intelectual de su época en busca de su propia privacidad e independencia.

Información sacada de la biografía "Carmen Laforet: Una Mujer en Fuga"
de Anne Caballé e Israel Rolón-Barada.


Comentarios

  1. ¡Magnífico post! Me han dado ganas de leer a esta maravillosa autora. Sigue con este proyecto tan guay, ¡estoy ansioso por leer la proxima entrada!

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